Replegado en mi coche, oyendo la lluvia golpeando la
carrocera con todas sus fuerzas, segu la marcha hacia no s dnde, hacia
donde el tiempo me dejara ir, hacia donde ya el mundo me impidiese el paso,
hacia la vida o hacia la muerte, daba igual el destino sera mejor que quedarse
all.
Conduje sin ver, solo guiado por el corazn con una nube de agua delante
de mis ojos impidindome saber mi destino, no el final, sino el que en este
momento me hara empezar una nueva etapa.
Despus de horas al volante la lluvia
comenz a cesar, poco a poco el diluvio se fue transformando en lluvia, la
lluvia en chispeo y comenzaron a asomar rayos de sol entre las nubes. El coche
fue aminorando la velocidad, la gasolina que me haba hecho huir de mi antigua
vida se acababa, todo lo que no me dejaba ver a donde iba se difuminaba, la
lluvia ces por completo, el sol se abri paso entre las nubes no dejando
rastro de stas y el coche se par por completo.
Un sentimiento de paz me
invadi, me baj del coche y comprob dnde me encontraba. Todo un vasto paraje
verde me rodeaba, y frente a m un acantilado me daba una vista completa del
ocano. All donde miraba no pareca tener fin. Estaba claro, el destino me
daba el mundo entero para poder seguir adelante.