miércoles, 19 de junio de 2013

Nostalgia

Sus ojos entonaban una triste canción de despedida. La noche amenazaba cual lobo sobre su presa, las nubes cubrían el manto de la luna y las estrellas se refugiaban bajo las alas del sol de la mañana. Él se aferraba a su muñeco mientras un sentimiento de desasosiego invadía su pecho. Las lágrimas corrían como riadas pero del mar de su mirada no afloraba ni una sola gota. El dolor le hizo mayor pero su cuerpo aún era pequeño. Se aferraba cada vez más fuerte a su peluche intentando exprimir los momentos que pudiesen quedar recogidos de ese día que acababa. Solo pensaba en el próximo día, el próximo momento, el siguiente encuentro. Vuelta a la soledad de multitudes, vuelta al orden impersonal, la fría compañía de almas abandonadas. Sólo quería un abrazo, una sonrisa, sentirse parte y a la vez ser uno. Deseaba una familia.

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