miércoles, 19 de junio de 2013

Protección

Lo abrazó, sentía los tímidos latidos en su cuerpo, un aura rodeaba ese instante, nada podía despertarlos de ese momento tan íntimo. Deseaban que nunca acabara, que esa dependencia por uno y esa protección por otra siempre permaneciese como custodio de un amor eterno. Pasaron los años y ese amor continuó, pero los roles fueron cambiando, ya no era protección-dependencia, ahora la relación se basaba en una protección mutua. Ella lo protegía y él a ella, ese amor era el mismo que el del primer día, esa sensación de pertenecer al otro, de ser parte viva del contrario, de ser dos partes del mismo ser. El respeto entre ambos aumentaba ese amor en admiración, el verse reflejado, el notar el calado de sus formas, el sentir el orgullo por su persona. Todo mejora, nunca hay decepciones. La protección sobre ella aumenta, sobre él siempre alerta, un cachorro siempre lo será a ojos de una madre. La madre siempre será protectora, confidente, defensora. El hijo será aprendiz, rebelde y protector, metamorfoseando con los años de un modo un tanto Kafkiano queriendo ser protector pero también ser protegido. La madre, seguirá custodiando aun cuando necesite protección, nunca baja la guardia, el lobo siempre huye, la madre vence.

No hay comentarios:

Publicar un comentario